Cómo ir a rueda

La etapa de hoy en el Tour de Qatar donde el viento ha hecho acto de presencia y ha roto el pelotón en mil pedazos me ha dado pie a escribir un artículo sobre lo que  es ir a rueda, sus beneficios y cómo hacerlo. Supongo que para los más expertos en el ciclismo esto no tiene ningún misterio pero desde que llevo dentro del ciclismo llevo viendo tanto a amateurs como a ciclistas de categorías inferiores que no saben ir a rueda de una forma realmente óptima.

La verdad es que yo no soy ni profesional del ciclismo ni tampoco es que haya corrido ninguna competición pero digamos que desde que tengo uso de razón llevo con una bicicleta entre las piernas y se podría decir que "ya tengo mucha carretera", nunca mejor dicho.

Ir a rueda es como se conoce vulgarmente a ir detrás de otro ciclista, con la rueda delantera más o menos pegada a su rueda trasera. El términa anglosajón es drafting. Sea como fuere es algo muy habitual entre los ciclistas ya que ir a rueda supone un beneficio de esfuerzo de alrededor de un 25%. El que va delante del grupo es la persona que recibe el primer impacto del viento por lo que la fuerza que ejerce con sus piernas sobre los pedales se ve mermada por la oposición del viento. Sin embargo la persona que va detrás, o va a rueda, no recibe ese impacto del viento tan directamente por lo que puede avanzar a la misma velocidad que el primero haciendo menos fuerza, es decir, generando menos potencia. En resumen, ir a rueda supone gastar menos energía que el ciclista que va delante.

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La zona roja es la de mayor impacto del viento, mientras que en la zona azul casi no hay influencia del viento ya que éste es absorbido en su mayor parte por el primer ciclista.

Hasta aquí la explicación más teórica y más fácil. Esto lo saben todos los ciclistas que montan en bici habitualmente pero sin embargo hay un momento en la vida de un ciclista que siente que está haciendo algo mal. Puede que se de cuenta o incluso que no y vean como su nivel no es el de sus compañeros pero lo que realmente les pasa es que no saben ir a rueda. No es nada fácil hacerlo a la perfección y es muy típico dentro del mundo del ciclismo hablar con ciclistas profesionales que en su gran mayoría comentan que se dieron cuenta que no sabían ir a rueda cuando dieron el salto a profesionales. Ese salto a profesionales implica una mayor velocidad en las carreras y el hecho de ir a rueda está directamente ligado a la velocidad. Es decir, en subidas a poca velocidad es fácil ir a rueda y el beneficio es menor. En el llano se complica más y aumenta bastante el beneficio. Sin embargo si buscamos una vuelta de tuerca más y aceleramos el ritmo hasta ponernos a 50km/h la dificultad y los beneficios son mucho mayores.

Uno de los trucos para saber ir a rueda es poder detectar en que dirección va el viento. La dirección del viento nos dirá donde debemos colocarnos respecto a la rueda del ciclista que va delante. Si el viento o la velocidad no es alta podemos ir a rueda perfectamente dejando unos 20 cms. Sin embargo cuando el viento aumenta o la velocidad debemos acortar esta distancia ya que si dejamos el suficiente hueco como para que algún flujo de viento se cuele entre la rueda trasera del ciclista que va delante y nuestra rueda delantera, estaremos recibiendo cierto impacto del viento y tendremos que hacer más fuerza por lo que ir a rueda dejará de ser un claro beneficio. Hay que tener cuidado de no pegar la rueda mucho al de delante para evitar los famosos "afiladores".

Cuando el viento es lateral, el impacto del viento sobre el grupo ya no se lo "come" al 100% el primero que va delante sino que algo se reparte a los ciclistas situados en la misma parte que da el viento por lo que tendrán que hacer algo más de fuerza que si viene totalmente frontal. Para minimizar este esfuerzo "extra" se puede colocar la rueda en la parte opuesta desde donde viene el viento. Es decir, metiendo la rueda al ciclista de delante. Siempre con cuidado. Aquí está la clave de esto de ir a rueda. A veces pensamos que ir a rueda en una ruta con los amigos o una carrera es pegarse al rival pero no solo eso, sino también saber donde colocar nuestra rueda delantera y la distancia con el rival. Es vital entonces saber de que dirección viene el viento y que intensidad tiene. Esto se puede intuir viendo las ramas de los árboles, banderas, etc.

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El acto de ir a rueda tiene su punto álgido en los llamados abanicos, como los que hemos visto en la pasada etapa del Tour de Qatar. Cuando el viento es intenso y claramente lateral, todo el mundo quiere gastar lo menos posible y todo el mundo intentará colocarse como la posición que hemos comentado anteriormente, es decir, meter su rueda en la zona contraria de donde viene el viento. Si todo el mundo dentro de un pelotón hace eso al final se dispondrán en forma de triángulo o abanico orientado hacía la dirección opuesta al viento. Una vez en esta disposición el "control" lo tiene los ciclistas que van delante. Vamos a poner un ejemplo para verlo más claro. Suponemos que el viento viene de la izquierda. Todo el pelotón buscará meter rueda a la derecha del ciclista que tiene delante. Ahora el primer ciclista tiene el mando para llevar al pelotón "cómodo" o hacerle sufrir y provocar abanicos. Si el ciclista de delante va por el margen izquierdo permitirá a gran parte del pelotón resguardarse del viento parcialmente. Sin embargo, si rueda por la parte derecha, ningún corredor podrá beneficiarse de ir a rueda por lo que es una batalla de uno contra el otro. Ya casi no habrá beneficio con el viento. Es una lucha de cada ciclista con el que tiene delante. Si a esto le sumamos la velocidad, hace que perder unos pocos centímetros con el ciclista que va delante sea el fin y se provoque el llamado "corte en el pelotón".

Oh no!!! abanicos otra vez no....

Para evitar esto la solución es muy fácil: tienes que rodar el primero. Pero claro, todo el mundo sabe eso y quienes tienen algo que jugarse en una carrera quieren ir los primeros cueste lo que cueste por lo que además de la tensión del viento lateral y la gran velocidad hay que sumarle la tensión por estar en las posiciones cabeceras. Es un cóctel perfecto para ver caídas dentro del pelotón, ya que la distancia de separación entre ciclistas se reduce al mínino y es muy fácil ver imágenes de manillares prácticamente pegados, empujones, etc. La salsa del ciclismo de competición ;)