Mi nueva vida
Imaginad. Estáis subiendo un puerto, un puerto muy duro, solo os queda el final, la última cuesta, un último esfuerzo. Esprintáis, vais al lÃmite y cuando llegáis arriba, al final del puerto, tenéis dos opciones: parar, dejar de dar pedales y recuperaros o bajar un piñón y sacar un poco de ventaja, lo justo para volver a coger la velocidad perdida en el último tramo de la subida.
Dependiendo de lo que hagas al final del puerto, puedes ser un tipo de ciclista u otro. Me explico. Los ciclistas que suelen parar nada más acabar la cuesta suelen ser aquellos que se guardan un punto, que se reservan para cuando lo necesiten. Son aquellos que tienen como meta llegar arriba y una vez hecho, deciden darse un descanso. Si eres uno de ellos, enhorabuena. Eres una persona que tiene claros sus objetivos, sus metas.
Si eres de los que después de subir, sois capaces de bajar otro piñón y seguir hacia delante, os doy la doble enhorabuena, os admiro. Sois de ese tipo de persona que es valiente, se esfuerza hasta el final y más allá, es más, para vosotros no hay final, siempre hay algo delante.
Ahora que ha empezado el año nuevo y que todos estamos pensando en propósitos para este 2014, ahà va el mÃo: ser el segundo tipo de ciclista. Darlo todo y más, nunca pararme ni ver el final de una subida, pues después de esta vendrá un llano, una bajada u otra cuesta que me hará volver a apretar los dientes. No quiero decir: me faltó rematar. No, este año voy a rematar siempre que pueda, voy a esprintar a cada persona que intente adelantarme. Voy a arriesgarme y probar rutas nuevas, caminos nuevos, puertos nuevos. Y voy a disfrutar de mi bici.
Este propósito puede ser aplicable a la vida cotidiana ¿por qué no arriesgarnos, buscar objetivos sin parar, tener ilusiones, aspiraciones y nunca rendirnos? Tal vez nos de miedo. Es normal, siempre es difÃcil empezar a cambiar.
Vayamos poco a poco, puede que al principio paremos 10 metros después de acabar la subida, pero cada dÃa pararemos un poquito más lejos hasta que al fin, dejemos de parar. Esa es la clave. En ese momento, nuestra vida habrá cambiado y no volveremos a decir que podrÃamos haber dado más de nosotros mismos, porque nos dejaremos la piel a cada pedalada.
No os dejéis engañar, esto no va a ser un camino de rosas, tendremos “pájaras” por el camino. Por eso, acordaos siempre de tener a mano a la familia, a los amigos y por supuesto, a las barritas energéticas.
Durante este 2014 intentaré mostraros el lado más “humano” del ciclismo, cada semana con un artÃculo de investigación, de opinión o alguna entrevista veréis que la bici no es solo dar pedales y que dentro de él hay historias, consejos, secretos y cosas que corregir. En definitiva, hay un mundo entero que quiero descubriros.
Estudiante de Periodismo e Historia
Ciclista equipo EnBici (MTB, ciclocross y carretera)
twitter: @CrisBiciclista
facebook: https://www.facebook.com/cristina.arconada.9
Dependiendo de lo que hagas al final del puerto, puedes ser un tipo de ciclista u otro. Me explico. Los ciclistas que suelen parar nada más acabar la cuesta suelen ser aquellos que se guardan un punto, que se reservan para cuando lo necesiten. Son aquellos que tienen como meta llegar arriba y una vez hecho, deciden darse un descanso. Si eres uno de ellos, enhorabuena. Eres una persona que tiene claros sus objetivos, sus metas.
Si eres de los que después de subir, sois capaces de bajar otro piñón y seguir hacia delante, os doy la doble enhorabuena, os admiro. Sois de ese tipo de persona que es valiente, se esfuerza hasta el final y más allá, es más, para vosotros no hay final, siempre hay algo delante.
Ahora que ha empezado el año nuevo y que todos estamos pensando en propósitos para este 2014, ahà va el mÃo: ser el segundo tipo de ciclista. Darlo todo y más, nunca pararme ni ver el final de una subida, pues después de esta vendrá un llano, una bajada u otra cuesta que me hará volver a apretar los dientes. No quiero decir: me faltó rematar. No, este año voy a rematar siempre que pueda, voy a esprintar a cada persona que intente adelantarme. Voy a arriesgarme y probar rutas nuevas, caminos nuevos, puertos nuevos. Y voy a disfrutar de mi bici.
Este propósito puede ser aplicable a la vida cotidiana ¿por qué no arriesgarnos, buscar objetivos sin parar, tener ilusiones, aspiraciones y nunca rendirnos? Tal vez nos de miedo. Es normal, siempre es difÃcil empezar a cambiar.
Vayamos poco a poco, puede que al principio paremos 10 metros después de acabar la subida, pero cada dÃa pararemos un poquito más lejos hasta que al fin, dejemos de parar. Esa es la clave. En ese momento, nuestra vida habrá cambiado y no volveremos a decir que podrÃamos haber dado más de nosotros mismos, porque nos dejaremos la piel a cada pedalada.
No os dejéis engañar, esto no va a ser un camino de rosas, tendremos “pájaras” por el camino. Por eso, acordaos siempre de tener a mano a la familia, a los amigos y por supuesto, a las barritas energéticas.
Durante este 2014 intentaré mostraros el lado más “humano” del ciclismo, cada semana con un artÃculo de investigación, de opinión o alguna entrevista veréis que la bici no es solo dar pedales y que dentro de él hay historias, consejos, secretos y cosas que corregir. En definitiva, hay un mundo entero que quiero descubriros.
Referencia
Cristina ArconadaEstudiante de Periodismo e Historia
Ciclista equipo EnBici (MTB, ciclocross y carretera)
twitter: @CrisBiciclista
facebook: https://www.facebook.com/cristina.arconada.9
Estupendo artÃculo de una gran ciclista y mejor persona.
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