La difícil reanudación
Volver a subir encima de la bici parece que ha sido ayer. El regreso a la rutina y a ser ciclista me siento feliz, como si tuviera veinte años, pero al dar las primeras pedaladas parece que mi cuerpo hubiera envejecido de sesenta años jeje.. Las malas sensaciones no pueden esperar para manifestarse, aparecen en cuanto volvemos a dar pedales. Antes, iba bien acoplada con la bici y ahora, parece que la bici me queda grande o vice-versa. Los músculos son como entumecidos y estoy obligada a bajar un poquitín el sillín, ya que me noto más alta respeto a mi postura habitual. ¿Qué me está pasando? ¿Por qué tengo las piernas rígidas?
No es nada sorprendente. La posición sobre una bici no es algo natural para el ser humano. Los músculos del cuerpo humano responden a nuestras necesidades, es decir, estar de pie como andar, correr…Mientras que el ciclismo es un deporte que se practica sentados. El músculo no trabaja de la misma manera y funciona al revés de cómo debería actuar. Un ciclista como yo puede rodar entre 10.000 y 20.000 kilómetros al año, casi más kilómetros que un coche. Por eso nos resulta raro el simple hecho de caminar.
Durante la temporada intentamos conseguir nuestro mejor rendimiento y de hecho es la razón por la que nos entrenamos todo el año. Así que sería demasiado fácil que todo fuera bien tras la reanudación. Si la vuelta a la rutina es difícil, significa que el parón ha sido bueno ¿no?
El otro día, he hecho una salida de 2 horas con la MTB y la segunda hora era interminable. Tenía una percepción de la dificultad como si el tiempo estuviera multiplicado por dos : al cabo de las dos horas me parecería como si llevara cuatro horas. Además, con la motivación de arrancar, queremos hacer las cosas bien, no pasarse de pulsaciones, pero para respetar este trabajo de base, parece que avanzamos a ritmo de tortuga. Finalmente las primeras sensaciones de pretemporada están desproporcionadas respeto a nuestra realidad física. Como la mayoría de los deportistas estamos a la escucha permanente de nuestras sensaciones y en cuanto perdemos un poco, parece que nos va a costar más tiempo para volver al mismo nivel de forma que antes. ¡Error!
Los estudios muestran que el ser humano tiene una enorme plasticidad y su rendimiento puede incrementarse o deteriorarse según cómo usemos el cuerpo o no. De esto parece deducirse que si el cuerpo se usa debidamente, estimulándolo o induciéndolo a forzar, se desarrollan más fibras musculares cardiacas y mayor capacidad respiratoria. Si éstas no se usan, se atrofian. Cuando estas funciones no están estimuladas, disminuyen pero sin haber perdido sus capacidades de los años anteriores. Solo hace falta un estimulo como los entrenamientos para que mi cuerpo vuelva a tener veinte años ! jeje…
Siempre un deportista quiere tener buenas sensaciones..¡Error! Hay que saber entrenarse con malas sensaciones.
Referencia
Muriel Bouhetweb: http://murielbouhet.com
twitter: @Murikiride
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